Una agencia espacial en el 69 envía
la primera misión tripulada a la luna
y lamenta
que haya gente dudando del esfuerzo.
Un grupo de geólogos después estudia
la naturaleza del suelo lunar
y lamenta
la carencia de más muestras.
Un puñado de incrédulos después
elucubra argumentos para dudar
de las investigaciones lunares
y lamenta
que haya tantos crédulos en la tierra.
Un poeta sempiterno escribe
“Luna de cristal”
y nadie duda
cuando en noches aciagas la luna
se quiebra en un lamento.
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